lunes, 18 de junio de 2007

Cita con Ángeles

En estos dìas de ausencia me he acompañado de este disco de Silvio Rodríguez: Cita con Angeles. Trabajo delicado y rico, que expresa ese espíritu de paz que surge de la interculturalidad latinoamericna. Sabiduría es saber vivir, aprender a vivir, lidiar con la vida de forma sensata. La primera canción "Cita con ángeles" es brillante por la conexión de eventos, por enredarlos en la gramática de la violencia y dejarlos manifiestos. Pues bien, les comparto estas tres letras y suerte.

Francisco


Cita con ángeles
al reverendo Raúl Suárez
y a sus hijos

Desde los tiempos más remotos
vuelan los ángeles guardianes,
siempre celosos de sus votos
contra atropellos y desmanes.
Junto a las cunas infantiles,
junto los tristes moribundos,
cuentan que velan los gentiles
seres con alas de otro mundo.

Cuando este ángel surca el cielo,
no hay nada que se le asemeje.
El fin de su apurado vuelo
es la sentencia de un hereje.
No se distraiga ni demore,
todo es ahora inoportuno.
Va rumbo al campo de las flores
donde la hoguera espera a Bruno.1

Se lanza un ángel de la altura,
caída libre que da frío.
La orden de su jefatura
es descender hasta Dos Ríos.
Es 19 y también mayo,
monte de espuma y madre sierra,
cuando otro ángel a caballo
cae “con los pobres de la tierra”.2

Dicen que al filo de la una
un angelote compasivo
pasó delante de la luna,
sobrevolando los olivos.
Y cuentan que con mala maña
fue tiroteado su abanico,
justo a la hora que en España
se nos mataba a Federico.3

Un bello arcángel aletea
junto a un gran pájaro de hierro.
Procura que un hombre lo vea
para ahuyentar cien mil destierros.
Pero el arcángel se sofoca
y un ala azul se le lastima
y el ave negra abre la boca
cuando atraviesan Hiroshima.4

Dejando un surco luminoso
por sobre Memphis, Tennessee,
pasó volando presuroso
un ser alado en frenesí.
Iba vistiéndose de luto,
iba llorando el querubín
e iba contando los minutos
de Dios y Martin Luther King.5

El ángel pasa bajo un puente,
después rodea un rascacielos.
Parque Central, lleno de gente,
no se da cuenta de su vuelo.
Cuánta utopía será rota
y cuánta imaginación
cuando a la puerta del Dakota
las balas derriben a John.6

Septiembre aúlla todavía
su doble saldo escalofriante.
Todo sucede un mismo día
gracias a un odio semejante.
Y el mismo ángel que allá en Chile
vio bombardear al presidente,
ve las dos torres con sus miles
cayendo inolvidablemente.7

Desesperados, los querubes
toman los cielos de la tierra
y con sus lápices de nubes
pintan adioses a las guerras.
El mundo llena los balcones
y exclama al fin: esta es mi lucha,
pero el señor de los cañones
no mira al cielo ni lo escucha.

Pobres los ángeles urgentes
que nunca llegan a salvarnos.
¿Será que son incompetentes
o que no hay forma de ayudarnos?
Para evitarles más dolores
y cuentas del sicoanalista,
seamos un tilín mejores
y mucho menos egoístas.

10 de febrero, 2003

Malva Rodríguez: ánimos
Silvio Rodríguez: letra, música, voces, guitarras, armónica y teclado
Niurka González: flauta y clarinete
Frank Fernández: teclado (arpa céltica)
Ilmar López Gavilán: violín
Leo Brouwer: guitarra
Chucho Valdés: teclado (órgano)
Juan Formell: contrabajo eléctrico
Tata Güines: tumbadoras
Vicente Feliú: coros
Noel Nicola: coros
Amaury Pérez: coros

Sinuhé
Tomando en cuenta la santa inocencia,
voy a cantarle a la vieja Bagdad,
donde mis sueños bebieron esencias
y donde en noches de luminiscencia
de niño zarpaba siguiendo a Simbad.

Algo debiera hechizar portaviones,
alguien debiera apretar un botón
que reciclara metralla en razones
y poderío en conmiseración.

Qué solo está Sinuhé
de amor y de fe.
Qué solo está Sinuhé,
¿qué tal sigue usted?

Bajo las ruinas vagan inquilinos
de las leyendas que fueron maná.
Pasa la sombra infeliz de Aladino
sin una lámpara para el camino
y sin el secreto de Alí-Babá.

Algo debiera embrujar los misiles,
alguien debiera hacer estallar
el hongo de los derechos civiles
de los fantasmas que pueblan Bagdad.

Qué solo está Sinuhé
de amor y de fe.
Qué solo está Sinuhé,
¿qué tal sigue usted?

Ahora es escoria el papel sorprendente
de Sherezada en su lecho nupcial.
La orden de fuego la dio un disidente
de la cultura, la carne, la mente,
el sueño y la vida que no sea virtual.

Mil y una noches para la malicia,
mil y una noches de intimidación,
mil y una noches de fuego y codicia,
mil y una noches sin dios ni perdón.

Qué solo está Sinuhé
de amor y de fe.
Qué solo está Sinuhé,
¿qué tal sigue usted?

13 y 14 de noviembre, 2002

Niurka González: flauta
Silvio: voz, guitarras, teclados

Alabanzas
Alabada sea la mano
buena para remediar.
Alabado el olvidado,
alabado el olvidado
en cualquier rincón del mar.

Alabado sea el dolor,
lumbre de profundidad.
Alabado el amor
aunque sea necesidad.

Cada vez
son más enanos los talvez
y crece la condenación
de los así será.
Los perdidos reinventan la ocasión
del colmillo animal.

Alabado el todavía
que me sirve una canción.
Alabado cada día,
alabado cada día
de labor e ilustración.

Alabada la verdad
como material de luz.
Alabada mi ciudad
cuando baja de la cruz.

Poco amor:
el verdadero da dolor.
La voz de las antenas va
sustituyendo al dios.
Cuando finalice la mutación,
nueva Edad Media habrá.

Quien ayer me daba un beso
ahora me trata de usted.
Yo no quiero aprender eso,
yo no quiero aprender eso
ni al derecho ni al revés.

Búsquenme la buena mano,
necesito el curador.
Después de haber sido hermano
es muy triste ser señor.

Marzo, 2003

Niurka González: flauta
Silvio: voces, guitarras, teclado